MIS SOLES

Mami, el destino de nuevo me la juega. Se ha tenido que marchar Mildred, y no me recuperaba de tu partida, cuando llega su ausencia. Que dolor debes haber sentido, tu mi sol, por mi partida. Desde esta distante prisión cada día valoro más tu esfuerzo y constancia para con nosotros. Dios quiera mis hermanos sepan valorar tu presencia cercana. Mi reina, cuidate mucho para poder vernos pronto, yo intentaré lo mismo. En nuestro próximo encuentro llevaré mi camisa sin botón para que sean tus manos quienes remedien la pérdida. No imaginas cuanto te extraño.
Fernando

TU AMISTAD

Recibí tu mensaje de amistad en plena guardia. No tuve la delicadeza de responder. Siempre digo que estoy ocupado. Creo que existen personas para las cuales uno siempre debe estar disponible y entre ellas estas tú. Mamá, lo recibido por ti durante toda mi vida, traspasa las barreras de amistad y amor. El sentimiento que profesas hacia cada uno de nosotros lo confirma. Siempre estas a la orden, siempre lista. Quisiera el señor que alguno de nosotros repitiese ese sentimiento como su norma de vida. Viejita, esta semana me quedo más sólo aún. Mildred viaja, esperando regresar lo más pronto. Como te necesito. Saber que los amores de mi vida están lejos me atormenta. La espera será lenta. Mami, te llamaré pronto por el dia de los enamorados. Te adora, tu enamorado de siempre.
Fernando

TE EXTRAÑO

Madre, sólo a pocos momentos de tu partida siento la más profunda soledad. Sí, estoy con mi familia, pero tu espacio es insustituible. Creo sentir un poco, la soledad de la muerte. Si se parece a esto, que sentimiento tan desgarrador acoge a las almas que esta visita. Sin embargo, tengo la fortuna, si se puede a eso llamar así, que con sólo marcar pocos dígitos, tu figura aparece en forma de voz y me acompaña. Cuanto siento el haberte dado el más mínimo sufrimiento. La naturaleza lo compensa y ahora soy yo quien sufre. A diario, cada segundo. Tu venida reactivó mi niñez y espero conseguirme contigo en cada esquina. Cada cabecita blanca, parece la tuya y me digo: Ves, lo sabía. No se fue. Está aquí.

Mi reina, quiero que sepas que estoy pensando en ustedes a cada momento. Creo que sólo el trabajo y la admirable compañia que tengo me ayudan a sobrellevarlo.

Te quiero, hasta luego.

Fernando.

MADRE MIA

Tu partida ha cambiado mi forma de ver la vida. Ahora cada instante que pase con mis seres queridos será como el último. Gracias por haber hecho el esfuerzo y venir a verme. Debí hacerlo yo, pero era imposible. La acompañante que trajiste no pudo ser mejor regalo para mi, al igual que los obsequios de mis hermanos y sobrinos.
Para ustedes serán estas líneas.
Ferpirey